Periodoncia

Indudablemente, la manera más sencilla de eliminar y prevenir la formación de la placa y del indeseable sarro está en el uso diario del cepillo y el hilo dental. Ahora bien, su aplicación incorrecta puede acarrear el efecto contrario.
Cada boca tiene una disposición particular de los dientes y una peculiar condición de las encías, lo que implica que muchas veces se tenga que individualizar la técnica de cepillado. Nuestras higienistas te informarán sobre las técnicas de higiene buco-dental más adecuadas para tu boca y te indicarán las áreas que demandan una especial atención, aunque todas las técnicas de cepillado se basan en los tres pasos descritos a continuación:
•Inclinad el cepillo a un ángulo de 45 grados contra el borde de la encía y deslizadlo alejándose de esta línea y hacia atrás.
•Mantened sobre un grupo pequeño de dientes un movimiento circular o elíptico, nunca hacia delante y atrás. Cepillad la cara externa e interna de cada pieza dental, además de las superficies de masticación que hay entre ellas.
•Cepillad con suavidad la lengua, para eliminar bacterias y refrescar el aliento, y repetid estos pasos después de cada comida y antes de acostarse.


Las enfermedades periodontales son aquellas que afectan a los tejidos que rodean y soportan al diente, contemplándose dos grandes procesos patológicos:
La gingivitis es la inflamación de los tejidos que forman la encía, siendo la forma más leve de enfermedad peridontal. Es un proceso que clínicamente se reconoce por el sangrado de las encías, siendo reversible con una buena higiene bucal que elimine la placa bacteriana.
Si la gingivitis no es controlada evolucionará, con el paso del tiempo, a la periodontitis, considerándose un estado irreversible que se manifiesta por un aumento en la movilidad dental al perderse el hueso que soporta al diente. La periodontitis se trata en una primera fase mediante el raspado y alisado radicular, siendo necesario, en los casos más avanzados, aplicar cirugía peridontal.